Y me hago una pregunta y no estoy ajeno a mi respuesta… ¿Sabes lo mas difícil de este cambio de era?.
Es que no hemos entendido que hay 4 cosas importantes y nuestras creencias lo limitan… El problema esta en nuestro sistema de creencias.
Primero, somos ángeles y nunca fuimos expulsados del paraíso. Y esto es una buena noticia, sólo que esperábamos al resucitado en forma evidente que nos lo dijera, y no será así.Segundo, inventamos la culpa y la víctima para sostener la separacion con lo divino y así no puedas crear tu realidad como Dios, porque eres Dios, y una parte de el va dentro tuyo y no fuera.
Tres, hay una energía que nos empuja a ser honestos con nuestras intuiciones, porque hay como una sensación de que hay algo mal ordenado.
Cuatro, buscamos la felicidad como contentamiento, y nos damos cuenta de que está dentro de nosotros, aunque nuestro sistema de creencias lo niegue… nunca habíamos tenido q
ue explorar dentro, porque nos enseñaron que todo tiene una causa y ésta es del ambiente o externa, para así no tener que hacernos cargo de nosotros… la famosa «excusa» que coloca toda la responsabilidad fuera de nosotros, y confiamos que el de afuera, ese Dios que hemos creado en nuestro sistema de creencias, nos solucione las cosas. Buscamos algo que sentimos que extraviamos, y si lo sentimos así es porque tenemos memorias de que alguna vez lo tuvimos. Pero esta vez, buscamos ese contentamiento en nuestras potencialidades, deseos, ganas y gozo, porque en realidad, al volver al estado consciente de ser angel, todo se vuelve gozoso, pleno y mas simple.
Y no vemos e
sto. Nos desorientamos, nos perturbamos, nos deprimimos, nos enfermamos. Comenzamos a tomar conciencia de que nos hemos desconectado ese potencial, porque nuestro sistema de creencias no nos deja ver.
Tratamos de r
esolver nuestro destino y futuro con herramientas del pasado. Cambia la percepción de la realidad, y tus errores del pasado cambian de contexto, porque ahora hay dos palabras que comienzan a actuar en tu conciencia: se honesto contigo mismo y encuentra en tus sentimientos hacia ti mismo(a) ese sentido de conexión con el contentamiento.
-Y como ejemplo en un tópico humano-, durante este tiempo, me ha tocado ver muchas personas que abandonan sus profesiones y trabajos. Lo hacen por decisión, como un llamado. Han si
do honestos consigo mismo, porque construyeron en forma de proyecto un estado de contentamiento, un re-crearse nuevo, no con excusas, sino con decisión, aceptando sus defectos y no cambiándolos, sino que potenciándolos para que sean parte de la nueva creación. Para seguir con el ejemplo, abandonan profesiones para sentirse felices en el oficio, abandonan creencias y dogmas para encontrar en la creatividad irresponsablemente responsables con ellos mismos un nuevo creer mas propio, más sereno, sin obligaciones emocionales, sino propio, y se sienten más bondadosos, más serenos. A otras personas les ha pasado lo contrario, se han dado cuenta que han sido plenos en sus convicciones y siempre han realizado lo que su interior honesto les ha dicho. Ellos han sido aventajados desde el comienzo, y creo que la clave está en que han aprendido a tomar sus sist
ema de creencias con más paz y sin referencias de logro, sino que centrados en el proceso amoroso de sentir que se vive.
A esta especie de visión, algunos la han llamado «Acción Compasiva», y podría materializarse como la manera de respetar al otro, sin esperar nada y sabiendo que lo que haces no tiene impacto en el tiempo, sino en lo que sientes. Y ese otro recibe para no inmortalizar ese momento, sino para que sea impulso de nuevos movimientos. Es como si dijéramos: gracias por ayudarme, y esa ayuda me da fuerza para darle a otro, sin tener que devolverte, y nunca sabrás cómo le ayudé a otro, sino que confías en que así será. En resumen, consiste en hacer sintiendo con todos y todo, dejando de quedarte mirando el retorno, sino
que tu mirada se queda en la confianza de que hiciste un sentir y no un hacer, y con eso basta. Con lo anterior, confías y te sientes sostenido(a) por el entorno, para encontrar esa sensación de amor por todo, pero desde ti, y no desde los retornos de los demás. Allí puedes darte cuenta que puedes crear tu realidad, en confianza, en paz, en el sentir y no el hacer. Esto es asombroso, porque nos pone en un nuevo sistema social, tal vez algo incomprendido aún.
Propongo redactar una nueva definición de lo que en el antiguo sistema llamábamos «egoísmo». Ser felices nunca ha sido egoísta, pero no nos permitíamos serlo, porque nos enseñaron a vivir por objetivos ajenos, patrones y creencias y no por intuiciones y sentimientos propios. ¿Por qué tengo que añorar lo q
ue tiene el otro, si puedo tener lo que mi corazón desea en este momento?. Entonces, bajo el nuevo sistema, la Acción Compasiva es entregarse en el sentir propio y no tener que hacer por objetivo. Esto es demasiado nuevo y nos tomará tiempo, tal vez generaciones comprenderlo.