Detenerme y mirar el pasar de mi historia y poder contarla, es uno de los procesos mas hermosos que me ha tocado sentir por estos días. Y lo haré frente a muchas personas este jueves en la Feria Internacional del Libro de Lima, Perú. Contaré cómo cada libro leído ha sido una parte importante en el proceso de conocerme y crecer como persona. Me han sanado de muchos procesos. Y hoy puedo mirar hacia atrás y admirar cada detalle de lo que me regalaron. Agradezco todo.
Hice una lista de los libros leídos. Se que por olvido quedaron muchos fuera. Y al ver la lista, pude asociar cada libro a un suceso, y éste, a una enseñanza. Una revelación: entender que nada es al azar, y cada libro estuvo para entregarme algo valioso.
Esta lista es como el viaje de mi historia, y ahora entiendo por qué los recomiendo: porque me han sanado. Han estado allí para darme ese regalo precioso de paz, entendimiento y comprensión de todo lo que vivo en mi vida.
Es como encontrarle un nuevo gesto a este género artístico, pues los libros inicialmente fueron concebidos para conservar información, luego como método de difusión de entretención, y ahora, como una gran ayuda, tal vez porque somos distintos y si nosotros hemos evolucionamos en conciencia, el arte, en especial los libros, harían lo mismo.
Ahora puedo ver todo distinto. Les adelanto que mi primer libro fue La Odisea, del griego Homero. Mi padre consideró que ese era el libro con que debía comenzar mi vida. No se si fue el mas indicado para un niño de 7 años. Pero pude ver lo fascinante de esa historia y descubrir las Itacas de mi corazón. Luego, otra vez mi padre me indicó que leyera El Hombre que Calculaba, de Malba Tahan. Con este, me asombró la magia y las posibilidades a través de los números. Entendí lo que hago actualmente en mi rol de terapeuta: ordenar las historias de las personas para que, al igual que una ecuación o un dilema, puedas sentir ese extraño y poco apreciado placer de resolver el sentido de la vida, y comprender que a veces nuestros dilemas simplemente están mal narrados, son mas simple de lo que aparecen y son mas obvios de lo que calculamos.
Yo compro libros para leerlos y luego los regalo. Se me hizo una costumbre. Cada libro que me ayudó debo entregarlo a alguien, sin importarme si lo lee o lo regala, para que lo tenga en su casa como fuente de energía muy sutil y pueda hacer su labor. Porque los libros sanan, y soy testigo de ello.
También, los receto, como si fueran una infusión o parte de un tratamiento. Son guías para ayudar a otros. Tomar conciencia del autoestima, comprender el miedo, entender el amor de pareja, descubrir secretos de la vida, en fin, cada autor en sus libros nos da ese ingrediente que hará contacto con la verdad de alguien, y hará su magia: aportarán entendimiento. Eso es Sanar. Sanar no es olvidar ni perdonar. Sanar es aceptar y agradecer la lección de la vida, y poder levantarse para inaugurar un nuevo ciclo. Esto es lo que quiero compartir a través de mi historia. Por eso creo que la lista y sus mensajes son importantes, porque podrás tener una guía para Sanarte a través de estos hermosos textos.
Al final del dia, tomo el libro de turno, lo miro en su totalidad. Siento sus hojas, percibo su olor y su sonido al pasar las hojas. A veces siento que somos eso: somos un gran libro, uno abierto, donde todo al final se aprecia en el desenlace. Y lo escribimos a diario. Y somos expertos en darle emoción a nuestra narración, pues la lección que deja al final está en la destreza de cómo salimos del infierno. No hay libro exitoso que no tenga un infierno propio para cada personaje. Y se parece a la vida… a mi vida, en donde descubro que cada infierno, cada tormento y cada suceso que he pasado, tejen los mejores finales para que, ahora -en forma de experiencia y aprendizaje-, lo entregue a los que me buscan para ayudarlos a Sanar.