La Vida misma es un programa radial que se transmite cuando quiere y se habla sólo de la vida misma. no se permiten especialistas en temas, no se requiere reporteros, no hay cortinas musicales. Sólo hay la experiencia y la vivencia como tal. En este programa radial se habla desde el corazón, se habla lo que se siente, a veces con ese tono melancólico y nostálgico de comprender que la noche avanza y la vida fluye, como latiendo el corazón cuando todos tus invitados sonríen en la alegría de una reunión y tu, en un rincón, contemplas la vida misma, contemplas ese avanzar de sucesos, cada cual con su historia.

La Vida Misma es un programa de radio que sólo describe el avanzar de un momento. Se instala en tu casa con un micrófono y simplemente describe un sentir. Es como si sonoramente se pudiera describir toda la poesía que va creándose en el instante, como una fotografía que va tocando la experiencia de cada uno de los asistentes, revelando historias paralelas. Es decir, asumimos que a la fiesta no va un número determinado de personas, sino que va un número determinado de experiencias, vivencias, problemas, éxitos, sueños, frustraciones, enojos, cansancios y cuánta cosa pueda uno llevar a un encuentro. La Vida Misma se encarga de retratarlo con la voz de Pia y Adriana, las encargadas de describir este exitosísimo programa radial, que no suena en ninguna emisora, que no se transmite por Itunes ni por internet, que no se graba en ninguna parte. Simplemente se instala una caja sonora con dos micrófonos y comienza la transmisión en tu casa.

Suena absurdo esta historia del programa radial La Vida Misma, pero me ha llamado tanto, pero tanto la atención, porque nunca me había puesto a pensar que hacer sonoro la descripción de todo lo que ocurre por las personas cuando van a una reunión, es colocar en un mural imaginario todo lo que no vemos, todo lo que somos en realidad, todo lo que cargamos, todo lo que nos parece la vida, todo lo que nos hace sentido, todo el infinito espacio que nunca alcanzamos a ver en los otros.

Por eso, cuando te inviten a una reunión o fiesta, y sepas que Pia y Adriana irán con su cajita sonora, sabrás que allí estará el gran programa La Vida Misma, un programa que sólo te mostrará lo hermoso, lo impresionante, la honestidad misma de todo lo que puede pasar por el invisible de un lugar, lo invisible de cada persona, lo invisible de cada intención, sueño o frustración, y no hace mas que darnos cuenta que todo lo que cargamos, los demás también lo lleva… ay!, gracias a Dios, son programas terapéuticos que te convencen que lo que te ocurre a veces es nada. Lo bueno es que a todos les parece lo mismo. Gracias Pia, gracias Adriana.