Hay un momento en donde la palabra Recordar se abre en todo su significado. Re, viene de la palabra volver, y Corda viene del significado Corazón. Recordar es una palabra que nos invita a realizar una acción: volver a pasar por el corazón. Es un acto precioso. Es una sensación más que una precisión. Ahora, como humanidad, estamos aprendiendo a usar esta palabra en la intuición, es decir, pasar por nuestro corazón nuestros sueños, ilusiones y ambiciones, no sólo para darle mas ternura, sino para que en un latir podamos traer a nuestra mirada interna la certeza del camino o el destino. Es como si aprendiéramos a recordar el futuro.
Latir, es un pulsador de ritmos que nos crea la sensación de pasos y avanzar. El corazón decide latir y aparece la decisión de estar vivo. Decidir es un pulsar, un latir que a la mente y al alma le da la sensación de avanzar. Vinimos a este plano vivencial a sentir que tomamos decisiones, pequeñas cosas como el latir del corazón, gigantes como elegir un rumbo o un destino.
Pero la palabra Coincidir toma del Corazón y del Latir su más profundo sentido, sacándonos de la casualidad. Coincidir es juntar incidencias o incidentes, que no necesariamente apelan a malas vivencias, sino a sucesos que nos tocó presenciar. Coincidir, por una parte, es asombrarnos de lo que tu corazón siente en un transitar, siguiendo caminos, intuiciones y vivencias de las más variadas. En el Coincidir no damos cuenta que hemos llegado acá gracias a que no eludimos ningún suceso, pues todo fue necesario. Y por otra parte, el Coincidir nos pone en un Latir que nos impulsa a tomar decisiones y que nos hace tener valor y ser testigos del glorioso momento que nos toca gozar. Coincidir es ese mágico momento presente que nos llena de asombro y que agradecemos para darnos el permiso de declararnos presente de este aquí y ahora.
Si no lo han notado, todo, absolutamente todo lo que te ocurre en este momento sucede por Coincidir… coincidimos y decidimos qué hacer con ello. Yo elijo el gozo, yo elijo la oportunidad, yo elijo el amor, yo elijo la compasión… yo me doy ese permiso.