En Lisboa no pasa nada de nada. En Tarmatambo todo prosigue a su ritmo. En Combarbalá no suceden noticias. En Huancaya todo sigue sin novedad. Efectivamente, es posible un mundo sin noticias. Hay lugares donde parece que no ocurre nada, o al menos nada de lo que nos pudiera impactar. Son buenos indicadores de que comenzamos a cansarnos de los mismos noticiarios y las mismas atrocidades, las mismas crueldades con diferentes actores. Comienza a aparecer un nuevo género de noticias, lo llamaremos Contenido.
Ya no necesitamos sólo buenas noticias que combatan a quienes sólo hablan de enfermedades, de los que sólo cuentan accidentes, de los que sólo comentan hechos. Dejaremos de ver y leer noticias. Pasaremos a buscar Contenidos, Opiniones y Puntos de Vista. En este mundo tan hipercomunicado y tan saturado de información, perdimos el rumbo en lo cotidiano, nos confundimos en el día a día. Hoy necesitamos volver a la conversación y a la reflexión, volver a soñar, volcar toda nuestra energía en entender y construir un escenario que nos permita sentir que estamos en el camino correcto, en el camino que tiene corazón y sentido.
En el fondo de nuestro ser aprendimos que el «Hacer» es la manera de construir tu «Ser». Fue muy necesario en la historia de la humanidad este modelo. Pero hoy nos deja vacíos, porque el «Hacer» se parece al ver noticias, y construimos nuestra realidad de hechos y sucesos, sin reflexión, sin pensamiento, sin sentido. En el fondo de tu ser despierta la sensación de «Hacer Sentido», que es una manera más reflexiva, más de conclusiones, más de pensamientos, más de decisiones que nos dan certeza que estamos en el sendero que va hacia un destino que nos da Sentido.
Evito conversaciones donde sólo se narren hechos, y hoy prefiero conversaciones donde se reflexionen los sentidos, tal vez sin concluir, sino que sólo para dejar sensaciones que den satisfacción de que tengo opinión, tengo un propósito, tengo un claro y seguro destino.
Declaro públicamente que prefiero conversaciones en cafeterías y caminatas con amigos. Prefiero leer columnas de opinión que titulares manchados de sangre y populismo. Declaro que he elegido el Contenido y no la noticia, porque allí aparece mi sensación de estar presente, de estar en paz, de tener un sentido de vida.