Hay un día que los dioses se dan libre y proponen el caos en la tierra. Ese día fue ayer. Y siempre lo supimos, porque calculamos el tránsito de los astros siguiendo la huella del destino. Ayer fue el día que sobra, el que arrancas de la agenda, el que te enseña a vivir todo de nuevo.
¿Sabes lo que es tener todo y estar dormido?. La respuesta la aprendí ayer. Aprendí la lección de la palabra Crisis, que no es más que el caos reinante en el presente que te impulsa a emerger en un nuevo orden. No es bueno ni malo, sino la opción de crecer, la opción de sanar. Allí despiertas y revelas tu transitar mas maduro, más seguro, más honesto. Y comprendo que toda esta crisis es parte de un proceso que todos vivimos -y que Acepto-, y se que todos de alguna manera terminamos aceptando. En el día que sobra, las lecciones mas sagradas no son las que te amarran al apego, sino las que te dejan libre y observadores de los nuevos tiempos. El nuevo orden siempre comienza con un Caos. Se trata de entender que tienes esa posibilidad de volver a ti, a tu corazón, y encontrar la palabra que nos reconforta y nos recuerda que somos propio de nosotros.
Y se trata de ser honestos, lo espero de ti y de mi. De amar lo que se ama y de emprender lo que se tiene que hacer. Acepto el desafío, con humildad, con serenidad y asombro. Nada está perdido a pesar del día que desborda.