Hacer cosas trascendentes… ¿cuántas cosas hay en tu agenda hoy que son trascendentes?. ¿Cuántas cosas le dan valor a tu vida?. ¿Cuánta experiencia acumularemos hoy para ser mejores personas?. Hay muchas cosas que hago que no suman a mi propósito. Steve Jobs decía que cuando llevaba tres días mirándose al espejo y preguntándose si le gustaba lo que iba a hacer ese día, y la respuesta era: no, entonces era momento de cambiar de ruta.

Nos hemos acostumbrado a no diferenciar entre las obligaciones y lo relevante. Hay obligaciones que nos permiten vivir. Y hay cosas relevantes que nos permiten disfrutar, gozar  y fluir que dan sentido de vida. Amar en paz y libremente es un acto relevante.

Tenemos un alma que vive dentro nuestro que vino a esta dimensión a palpar tres cosas. La primera: el gozo de vivir, y el alma no lo puede experimentar de otra manera si no es fluyendo, tanto en los desafíos como en el disfrutar.

La segunda, el alma vino a tomar decisiones. Aprender a cambiar las vivencias, y a consolidar férreamente lo que consideramos que aporta valor. La decisión es personal, y el alma no permite que otros tomen decisiones por ti.

Y la tercera, el alma vino a tomar un rol. Esto significa que tu vida está guiada por una secreta inspiración que mueve tus sueños. Es decir, guía todos tus actos hacia ese lugar donde habita tu propósito. ¿Dónde mueren tus sueños?… en un lugar llamado miedo.

El alma no habla idiomas, no se expresa en palabras. El alma no murmura palabras dentro de tu cabeza, sino que palpita, fluye, siente y se ama lealmente dentro de tu corazón.