La compasión del planeta

ImagenPonerle atención a las palabras de Lee Carroll es darte un espacio para comprender que estamos frente a confirmaciones y baticinios de toda una era que viene siendo recordada por él y que sus palabras nos tocan el corazón. Pero en este sentido, sus palabras nos recuerdan el futuro. Esto es lo más importante… recordar el futuro. Es una condición muy particular porque en el tiempo lineal estamos acostumbrados a tomar sentido de las cosas desde un pasado ya manifestado y lleno de antecedentes hacia un futuro incierto que más bien nos ofrece sospechas y que estamos acostumbrados a vivirlo desde los ciclos, cuyos pronósticos elaborados por futurólogos asoman la revelación de hechos repetitivos por culturas anteriores. Acá es donde Lee Carroll nos viene a asombrar. En este mes de Octubre, Lee Carroll comenzó una gira llamada Tour Kundalini que desde Mendoza, muy cerca de donde la energía espiritual del planeta se ha sentado, nos recuerda el futuro.

Las palabras son de Kryon, la conciencia que puede hablar a través de Lee y que hace intentos por poner en lenguaje lo que está como sabiduría intuitiva en el idioma de las conciencias, porque tenemos que considerar que las existencias superiores no hablan idiomas ni lenguajes, por lo que la información es contenida en sensaciones (una explicación muy humana, por lo demás). Así mismo, la conciencia que habita en tu cuerpo también es parte de esa gran conciencia y está momentáneamente fijada en tí, y la hemos leído o traducido a través de sensaciones, cuyo uso de las hormonas, neurotransmisores, neuropéptidos y aminoácidos, hacen de letras para poder llevar a las áreas conscientes y químicamente inteligentes de nuestro cerebro para traducir en expresiones verbales y así poder comprender personal y socialmente diversas ideas, sueños, comprensiones racionales órdenes e instrucciones que nos permitirán concebir el orden y el tiempo. Pero tu conciencia va más allá, porque las sensaciones guardan información que te unen a una gran red de sentimientos de conciencias que, aunque no lo creas, también son parte de ti, sólo que la manera como el ser humano logró comprender a través de lenguaje la vida y su presencia, nos hizo quedar separados de otros lugares y posibilidades.

Tu eres un trozo de Dios manifestado en conciencia, y cuando dejemos esta vida humana, serás parte de la conciencia de Dios, sólo que no hablada ni reflexionada, sino comprendida y contenida como parte de su presencia. Desde allí, Lee Carroll viene a dejarnos esta información que “olvidamos” en esta separatividad, reorganizando nuestras sensaciones que comienzan a ordenarse en esta Nueva Era.
Por qué en esta Nueva Era es tan importante esta información. Porque si no aprendes a aceptar que eres parte de una Divinidad y que tu conciencia simplemente es una manifestación de información Divina, no podrás comprender los años venideros y simplemente quedarás desconectado.
Hemos vivido 26.000 años, un ciclo terrestre medido en ciclos astronómicos, que todos nuestros ancestros, nuestros pueblos originarios de todas partes del planeta, dedicaron gran parte de su quehacer en revelar como si fuera la manera de conservar una verdad que les daba sentido a toda su vida, y que en épocas contemporáneas nosotros los humanos consideramos proféticas y nos llama a la curiosidad tratar de comprender esta “locura” indígena que, ahora al escuchar a Lee Carroll comienza a tener sentido.

Para nuestros ancestros, nunca dejamos de ser seres conscientes de nuestra divinidad, y siempre hemos estado unido a todo y a todos mediante esta verdad, lo que hace que el pasado, el presente y el futuro mantenga esa condición, por lo que la “edad” de la vida, deja de ser contada por ciclos, sino que es una suma y existencia permanente de información divina que se va manifestando permanentemente, que a veces se ofrece en forma de humanidad, y a veces se manifiesta en forma de conciencia (o estado ángel, para poder comprenderlo mejor). Pero siempre somos los mismos, siempre hemos estado y siempre estaremos. Por lo tanto, fuiste parte del constructor de las Pirámides de Egipto y de Caral, fuiste Apóstol fuiste guerrero, fuiste conquistador, fuiste científico, sumo sacerdote y contribuiste con tu presencia en cada parte de lo que llamamos historia, pero siempre mirando desde una conciencia infinita que es parte de la construcción de Dios. Eres Dios. Estás en Dios. Tu eres Dios.

Nuestros ancestros sentían que su existencia tenía matices de visiones en torno a la triada, tal como las creencias actuales las establecen. La conciencia de lo Masculino, la conciencia de lo Femenino y la Madre Tierra ó Gaia, la conciencia de un todo que se suma a las otras dos conciencias. Esta Trinidad hacía que no nos olvidáramos de la unión de yo y el todo, junto al Yo y la Divinidad. Lo olvidamos, se nos extravió esa conciencia y fraccionamos la realidad sólo en Masculino y Femenino, teniendo una sed de un tercer elemento que la volvimos mitológica, dogmático y religioso.
En esta Nueva Era, volvemos a la unión. Lo Masculino que finalmente gobernó nuestra era que termina, no da paso a lo Femenino, sino que a lo Femenino, sumado a lo Masculino y sumado al encuentro con Gaia, la Madre Tierra. Los cambios que presenciaremos tienen dos direcciones primeramente, de adentro hacia afuera, es decir, la instalación del equilibrio del masculino constructor al femenino sentimiento junto a la conexión con el todo de nuestro planeta que a su vez es la conexión con el todo Divino. Y lo segundo, la instalación de lo Femenino como elemento polar dominante que se construye a través de la Compasión.
La Compasión es la vivencia de quedar contemplando con asombro el sentimiento y hacer nacer el amor. Entonces, cuál será el cambio más evidente que tenderemos a vivenciar: el fin de la guerra masculina, el fin de la separatividad, la instalación de la integridad, la instalación de los sentimientos de totalidad. Pero no todos estaremos de acuerdo, porque no todos creeremos en esto. Allí habrán resabios de emociones que provocarán algunas manifestaciones de síntomas de no querer abandonar el pasado, ese pasado masculino guerrero separatista que se niega a dejar la ilusión de la materia.

El norte, dice Kryon a través de Lee Carroll, dejará de tener la conciencia y la voz, y será el hemisferio Sur, América Sur principalmente, la que guiará la conciencia del planeta, la que será el referente de unión e integridad con este todo, con esta conciencia de la Nueva Era, con la esperanza de lo Femenino, entendido como conciencia integradora llena de sentimientos, que nos una a ese Dios que está en todo.
Este mes de noviembre, tendremos a Lee Carroll y todo su equipo, luego de una gira de 12 encuentros. Y será simbólico, porque el 12 ha sido un número que nos da conciencia de ciclo a los Seres Humanos. El cierre de su gira será en Lima, marcando la importancia de Perú como protagonista de esta Nueva Era, protagonista que nos explicará cómo la vivenciaremos y cómo nuestra descendencia le tocará gozarla.

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