
¿Quien te enseñó a temer? Creo que comprendes que temes porque te advirtieron de tantas cosas, que hoy, actúas instintivamente por la enseñanza de tu creencia. Temes al peligro, porque la experiencia de tus anteriores ya pasaron por ese fuego. Temes a la pobreza, porque alguien te ha demostrado la carencia total. Temes a la muerte, porque la importancia de la materia ha sido superior a la del alma.
Temer ha sido un mecanismo de sobrevivencias muy efectivo, porque ha permitido enseñar la subsistencia y la dignidad. Y desde allí, se enseña la abundancia, la salud, la alegría y la fe desde el contrario. Si te cuidas y huyes a la herida, sobrevives. Si trabajas duro y le temes a la vagancia, tendrás lo que necesitas. Sólo sufriendo se encuentra la divinidad. Cuidado con ser risueño, porque mejor temerle a quien sonríe mucho. El miedo fue entonces, una gran manera de educar y como tu educas a los tuyos. También de la misma manera lo hacen los gobiernos, jerarquías, respetos y todo quien prefiera ser autoritario para controlar cualquier situación. Te dirán los ignorantes que han preferido lo fácil y conocido: que es mejor ser obedientes sumisos, ignorantes y silenciosos, que ser el próximo en perder. El miedo fue muy efectivo, com verás.
Llegas a comprender que hay un miedo más voraz, y es el miedo a estar bien, a ser feliz, a sentirse realizado, a saber que puedes enfrentar cualquier tormenta. Y prefieres la enfermedad, prefieres disfrazar el síntoma con pastillas en vez de ir a la raíz de los conflictos. Prefieres la enfermedad para estar acompañado, que la salud y vitalidad para no sentir la obligación de tener que tomar tus fuerzas como sólo tu sabes hacerlo. Y comprenderá que ya es suficiente: el miedo te ha enseñado la enfermedad, la misericordia y la esperanza de que alguien haga algo por ti, de que alguien venga a verte, de que alguien recurra a ti. El miedo ha sido demasiado importante en la tierra de la vida y la esperanza.
El miedo te temerá cuando descubres el valor que hay en ti para desafiar a los miedos inventados y creados por supuestos que nunca se han demostrado. A los miedos que aprendiste para repetir la vida de otros, para caminar por el camino conocido, para seguir el orden que otros han diseñado como el correcto. El miedo te ha gobernado y llega un día en donde repasas tus creencias, y encuentras un sinnúmero de ellas que en verdad no son ciertas, pero que sigues actuando de manera temerosa ante algo que sucederá.
Que el miedo te tenga miedo cuando despierta tu voluntad de liberarte de lo conocido y caminas por tu propio camino, por tus creencias ciertas, por tu fe que llevas en tu corazón, por tu cuidado personal y el cuidado de los que amas. Que el miedo vea que tienes el poder de ser portador de abundancia porque sonríes a la vida. Que el miedo vea que tienes voluntad porque sueñas con tus ambiciones. Que tienes fuerza para imaginarte en otro lugar donde puedas estar en paz. Te propondrán más miedo para controlarte. No es de maldad, sino de amor malentendido a lo conocido. Y allí estás tu, con toda tu madurez, con toda tu habilidad para ser valiente y fuerte en el mundo. Caminas hacia tu tierra deseada para ser, vivir, actuar, amar y sentir realización donde el miedo te tiene miedo. Sin revoluciones, pero con evoluciones que te permitan saber que eres propio de ti.
(Arcano XIII, de Tarot Le Minchiante Fiorentine, Ediciones Il Meneghello, Milan 1986. Impreso a mano para un total de 2000 ejemplares, donde mi colección privada tiene el numero 801)