Semana que se influye del eclipse del jueves y que nos pide que cuidemos lo que nos interesa, los objetos personales, el dinero y lo que nos da amor y cariño. Es una semana para saber que perdiendo es como se abren los espacios para entendernos nuevos y entender que lo perdido no viaja con nosotros al futuro. Se vienen días agitados porque hay una sensación de que se pierde lo importante, y puede ser que lo protagónico, para los que nos rodean, sea su importancia, su ego o su poder. Esto hace una semana difícil para la relación con autoridades que quieren ser importantes y temen su poca vigencia. También, es una semana difícil para los que creen que el amor es cuidar al otro, al ver que el otro no necesita cuidado y se desboca en sus propios intereses. Sería bueno que sepas que el amor de pareja no es cuidar, sino admirar la proeza y coraje con que se entrega al destino. Y espero que te admiren por lo mismo. Semana para cuidar el dinero y lo de valor, porque el exhibirlo indebidamente tienta a los desconocidos o que te desconocen. Pero perder puede ser algo genial al permitir entender que hay objetos, oficios, actividades, amistades o situaciones que no nos acompañarán en el futuro. Perder deja espacio en todo orden de cosas, y permite que tomes un nuevo propósito, esta vez con más corazón, con más sentido de madurez, con más comprensión. Se vienen cambios abruptos que sólo nos moviliza. Como aún crees en el progreso es la vida, lamento decirte que es una semana donde hay nuevas formas de vivir la vida, y serán otros oficios, otras formas, otros valores lo que compongan su nuevo lugar en la tierra. Lo más excepcional de estos tiempos es que se pierde lo que más controlas. Y no es un castigo, es una manera para entender que la importancia la tienen nuevas cosas y situaciones que aún te niegas a aceptar. La abundancia está desbocada para los osados. Y sin ser una invitación al riesgo, es un momento donde entiendes que el gasto se pierde y la inversión te llena de provecho y sentido. Toma en serio estos movidos días. Y cuídate para no bajar al nivel de la perturbación por tus pequeños espacios aún de inmadurez, que la vida te necesita consciente, sensible, en el centro de ti, y sobretodo, disponible más para lo nuevo del futuro que para las creencias del pasado. Resulta lo revolucionario, lo diferente, lo muy auténtico de ti. Fracasa lo que ya no sirve, creyendo que aún es útil. Así de drástico y palpitantes son estos días. Llenos de corazón, y corazonadas.