La distracción y el ego es una combinación que deja el error a la vista. Nos equivocamos o cometemos torpemente un movimiento o una palabra que quiebra las buenas relaciones. La lengua, cuando no es prudente, destruye. Estamos muy confiados en quienes creemos que somos y lo que tenemos, cuando somos bastante nuevos y diferentes a lo que conocemos realmente. Semana para tener que dar explicaciones por la falta de rigor y concentración de las nuevas condiciones del presente. Son días donde también, el ego se muestra para la pasión sentimental y laboral. Pero recomiendo tener concentración en los detalles porque las fuerzas se mueven hacia muchos lados y no hacia donde crees que se dará el siguiente paso. Salvemos la pasión. Es un tiempo bueno para salir de nuestros límites e ingresar al apasionante mundo de la sinceridad y los deseos. En lo laboral, la energía nos conecta con el poder de concretar y querer más. Es bueno para la productividad. Como también, para la acalorada contienda de ideas, que el ego otra vez enciende las discusiones, creyendo que el otro está equivocado, cuando la sensatez nos invita a acercar nuestras posiciones. Tensión política y de dirección en las empresas. Tensión en las decisiones porque el ímpetu del ego impone la fuerza equivocada y agiganta los conflictos. Tiempo de evitar involucrarse en discusiones sin sentido. Deja que los conflictivos muestren todas sus debilidades en la confrontación antes de intervenir. Ya sabes eso de que quien crea problemas es porque quiere ser importante. Y son tiempos donde, más que proponer el bien común, se busca proponer el ego para conveniencias personales.

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