Con un trozo de brillo navideño, inauguramos esta semana sintiendo que no somos entendidos por los demás, ante la poca flexibilidad para comunicar nuestros asuntos. Parece que nos defendemos cuando nadie ha emitido juicio. Parece que discutimos cuando nos quieren ayudar. Es una semana donde se pone a prueba nuestra rigidez de pensamiento y de argumentos. Por el contrario, se inicia una semana donde podríamos tener una gran disposición a ser completamente diferentes. Se vienen tiempos breves de inconvenientes, pequeñas enfermedades o retrasos que sólo muestran lo vulnerable de los tiempos. Y no tiene que ver con la mala suerte, sino con que estamos acostumbrados a asumir que todo funciona como creemos. Semana para pedir ayuda en el mundo de nuestras actividades. Semana para recibir nuevas funciones o nuevas noticias que determinan el quehacer de nuestras manos y nuestras finanzas. Todo se va adaptando a los tiempos que buscan nuevos sistemas de organización y de participación. Sólo la buena disposición, el ser breves, claros y directos nos ayuda a ser entendidos en su cabalidad. Y lo más importante es dejar de creer que el otro es nuestro contrario. No tienes enemigos ni contrincantes, tienes personas que también están en la rigidez de no querer dejar de sentirse cómodos con sus costumbres y creencias. También podemos pedir disculpas y, sin rendirse, entender que tal vez los demás tengan algo de luz para nosotros.

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