Esta semana, hay motivos que favorecen la sinceridad y la honestidad de nuestras confesiones internas. Las conversaciones íntimas y sinceras permiten sacar de nuestro corazón el veneno de lo que no resulta, para hacer espacio a lo que concluimos y entendemos que tenemos que hacer. Hemos sostenido en el tiempo algunos aspectos personales que no han dado resultado, y es una semana para los balances y ciertas conclusiones que llegan a tiempo para corregir el rumbo. Sólo allí despierta el optimismo suficiente para crear nueva energía. Sentiremos ese rayo que nos impulsa, que nos conecta, que nos anima con nuevas ideas y nuevas historias que contar, más honestas y sin vergüenzas. Semana para hacer el frío balance de la conveniencias, siendo esta vez más prácticos que idealistas, porque el idealismo que viene del cielo sólo sirve para inspirarse. Lo concreto nace de la tierra, luego de plantar las semillas en tierras fértiles. Y la semilla apuesta todo por nacer. Y logra hacerlo. Es un momento de hacer nuestras reales apuestas por aquello que pueda ajustarse a los tiempos que vivimos. Sin haber mucha paciencia, hay mucha tolerancia a intentarlo otra vez. En forma diferente, pero otra vez de pie, y sobre el buen camino.
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