Hay una vida que cuidar. Hay un trabajo, un negocio, una propiedad, un valor que necesita cuidarse. Y no sólo por el temor a perder, sino por el riesgo de perder valor. Despierta nuestro impulso profesional y sentimental al querer cuidar lo que valoramos con devoción. No tienes que demostrar que puedes o eres capaz. Sólo basta con que te preocupes de los aspectos que te son importantes para cuidar lo que vale. Y eso significa dejar de poner atención a la distracción desmedida o a lo poco relevante, por más diversión o distracción nos ofrezcan. Son días donde la prioridad la tiene lo importante en nuestra vida. Semana de propuestas económicas y laborales que explico a continuación. Semana de detalles en la salud y que merecen atención. Semana de cuidar la sensibilidad personal, evitando los conflictos. No te necesitan donde hay problemas. Semana para que esa atención en lo importante sea la base de una gran transformación. Y esta atención especial también es válida para quien vive en el poder o la organización: la pérdida viene cuando dejamos de cuidar lo importante en nombre del ego o el interés personal. Cuando se cuida algo a alguien, siempre es en nombre del bien común.
Puedes continuar leyendo los pronósticos más profundos aquí